INICIARÁ TRANSICIÓN LA SIGUIENTE SEMANA

Mexicali.- A partir del próximo domingo inicia la fase de preparativos para el proceso de transición de la administración estatal de Baja California, que por primera vez en treinta años pasará del Partido Acción Nacional (PAN) a otra fuerza política, en este caso, Morena.

El Subsecretario Jurídico del Estado, Víctor Lujano Sarabia, informó que probablemente el lunes 10 de junio el gobernador Francisco Vega de Lamadrid estará asignando a una comisión especial para realizar la tarea de entregar en orden los asuntos del Estado, antes del 1 de noviembre, fecha en que Jaime Bonilla Valdez, rendirá protesta como jefe del Poder Ejecutivo de Baja California.
Lujano mencionó que se trata de un proceso normado y bien conocido por la administración panista, por lo que no se contempla algún inconveniente para ejecutarlo, sin embargo, podrían surgir solicitudes extraordinarias por parte del equipo entrante por lo que serán previsores para que se lleve a cabo puntualmente.

“La ley nos indica que debemos hacer entrega de bienes, resguardos, lista de asuntos pendientes, estratificación de asuntos que tienen un término o plazo, para que no nos agarre con los dedos en la puerta el primero de noviembre”, comentó.

Precisó que la ley le impone al gobierno saliente un plazo que vence 60 días antes de la toma de protesta del próximo gobernador por un periodo de dos años; refirió que normalmente las mesas para el trabajo de entrega-recepción se integran por un grupo de entre seis o siete funcionarios.

“El gobernador tendrá que definir quienes quiere que lo representen en ese proceso y el gobernador electo tendrá que elegir a su equipo; se iniciaría la información del estado que guarda la administración y ellos pueden solicitar algo adicional para ir previendo cualquier escenario”, comentó.

Finalmente, el subsecretario jurídico confirmó que desde el lunes el gobernador Kiko Vega se comunicó vía telefónica con Jaime Bonilla para felicitarlo por su victoria en los comicios y dar inicio a la preparación para iniciar la nueva etapa en la vida pública de Baja California.