Reportaje/Germán Ramos González
Tecate, B.C, octubre 2021.- Un panorama desolador, tras la llegada de los depredadores ambientales, que ante autoridades miopes han abusado del saqueo de arena en el arroyo Las Palmas, ubicado en el poblado rural y delegación municipal Valle de las Palmas y que nace en las montañas centrales de la Sierra de Juárez, mismo que recorre decenas de kilómetros antes de terminar en el vaso de la Presa Rodríguez en Tijuana.
El arroyo, a representado por muchos años el sustento de familias y comunidades enteras, desde la sierra en el área del Compadre, como en zonas enclavadas en la zona montañosa, hasta llegar al área suburbana en Las Calabazas, pasa por El Testerazo y recorre un costado del Cerro Bola para atravesar completamente el Valle de las Palmas muy cerca del macizo de viviendas.
Antes irrigaba campos enteros y daba agua a esas comunidades, aún hay un represo a unos kilómetros del arroyo Las Calabazas que recibe ramales de varias montañas cercanas y donde hay ranchos y viven varias familias, también bañaba los campos agrícolas del Testerazo y de Valle de las Palmas.
Ahora ese arroyo, que se convertía en caudaloso río en épocas de lluvias y que inclusive causaba daños, inundaciones y corte de caminos y carreteras, desde hace muchos años, desde finales de los años noventa luce seco, el agua ya no baja como antes, aunque de acuerdo a estudios geológicos existen mantos freáticos y veneros subterráneos que aún mantienen la vida silvestre de la zona, inclusive existen pozos que dotan de agua a los ranchos y al mismo poblado o a una parte de él. Se considera que el hecho de que ya no corra agua no es precisamente por la extracción de arena, pero si pudiera ser la afectación de los mantos del subsuelo, ya que de acuerdo a estudios realizados por diversos investigadores, se han superado los niveles permisibles o concesionados por las autoridades, aprovechándose de la falta de vigilancia, monitoreo y por corrupción.
Desde finales de la década de los 90s, los pobladores se empezaron a organizar ya que daban cuenta de la transformación geofísica de la zona, se manifestaron, pues en ese entonces se estimaba que salían del lugar hasta 6 millones de metros cúbicos al año (ahora podrían ser extraídos por 19 concesionarios 10 millones de m/3 de materiales pétreos, -arena y piedra-, según la autorización de la Comisión Nacional del Agua y los datos del Registro Público de Derechos de Agua), sin embargo, nunca en más de 27 años que se detectaron esas zonas de oro gris se ha respetado la regla concesionada .
Cuando Juan Vargas Rodríguez (2001-2004) estuvo en la Presidencia Municipal de Tecate, a través de la Policía Municipal y el Cabildo, prohibieron la extracción de arena de todos los sitios, incluyendo La Rumorosa y estuvieron deteniendo decenas de góndolas que salían todas con destino a un predio ubicado en la zona de Cañón Bill para ser subidos a vagones especiales del tren y ser exportados a los Estados Unidos a través de las vías, donde se comerciaba con cientos de toneladas diariamente.
Al dejar la alcaldía Juan Vargas y retomarla Joaquín Sandoval, el tema se dejó de lado y a nivel local ya no se siguió la lucha por combatir lo que hasta ese momento ya se perfilaba como un discriminado saqueo de arena, sin control, plagado de irregularidades y corruptelas, muchas de ellas controladas desde el seno del Consejo de Administración de la Colonia Agrícola y Ganadera de Valle de las Palmas, una autoridad alterna a la delegación municipal, que tiene jurisdicción, sobre la zona de colonia y los colonos que la integran, según las normas federales.
Los concesionarios han rotado, desde los mismos colonos, hasta personas foráneas, rancheros, propietarios de terrenos, empresas nacionales y trasnacionales, además sin que se deje un real beneficio a la comunidad, pues una calle principal fue pavimentada para evitar los polvos contaminantes que levantaban las góndolas que pasaban durante todos el día, llenas y vacías que provenían de la zona del río desde el rancho Gilbert, hasta cerca de las faldas del Cerro Bola (El Fortín) por donde entra al poblado el arroyo.
Con el paso de los años el entorno fue cambiando, dejando en toda esa zona, grandes huecos, desorden, montañas de piedras, maquinaria trabajando con grandes cribas que separan la piedra de la arena y la refinan para ser cargada y llevada casi en su totalidad al mercado de Estados Unidos a través de la frontera por Tecate, California y en un tiempo depositada en Campo y otras llevadas a San Diego y más al norte de Escondido, California, para ser usada en la construcción de casas, puentes y carreteras, con jugosos dividendos para toda una cadena comercial desde los que tienen la concesión, los transportistas, exportadores y los que revenden el producto pétreo en el vecino país.
Hoy hay escuetas voces que reclaman el desastre que se ha provocado a todo lo largo de ese arroyo, inclusive en una derivación que baja desde el cañón Manteca y también ya en la zona de El Testerazo.
Muchos de los pobladores ya se han resignado a ver cráteres, montañas, ya no se sabe por dónde va el cauce del río, si llegara haber una crecida como la de los noventa, seguramente habría consecuencias catastróficas para toda esa zona, pues ya no está definido el límite, ni los lechos, mucho menos los bordes del río; algunos permisionarios señalan que al contrario le estaban dando forma a los cauces, sin embargo en una visita de Radar Tecate se logró conseguir evidencia de la falsedad, pues eso no es cierto, ya que mucho menos en las zonas cercanas a la mancha urbana existe tal orden, por el contrario las fotografías y videos lo revelan,
Más de 27 años de sobreexplotación del arroyo Las Palmas, la complacencia de autoridades como Conagua, CNA, Semarnat, Profepa, Ayuntamiento de Tecate, quienes han sido cómplices de los incumplimientos de concesionarios voraces, que sin importarles el medio ambiente y la transformación negativa del entorno se han prestado a recibir dividendos de los millones de toneladas que han salido de dicho lugar y que se estima que en un 80 por ciento se ha exportado a Estados Unidos,
A lo largo del tiempo, también políticos han dictado posicionamientos, como el realizado en mayo del 2011 por la Diputada ensenadense Claudia Agatón Muñiz en el que denunciaba que ante la complacencia de la Semarnat se saqueaban los bancos arenosos de entre 20 a 25 góndolas de 10 metros cúbicos cada una en un horario de 6 de la mañana a 8 de la noche y que todas iban a Estados Unidos, además exhortaba a que el Congreso del Estado a través de su entonces presidente Marco Antonio Vizcarra se exhortara a las dependencias federales involucradas como también a la Procuraduría General de la República (antes), a que dieran a conocer el número exacto de concesionarios, con nombre y folio, las inspecciones realizadas en el área, los detalles de la cantidad de extracción permitida y las sanciones que se hayan aplicado a los que no cumplieron con el permiso; sin embargo todo quedó hasta ese documento, el saqueo continúo y hasta la fecha la situación es alarmante.
Igualmente estudiosos en la materia desde el terreno académico, como las ingenieros Alicia Ravelo García (Hoy Directora de Protección al Medio Ambiente del Ayuntamiento de Tecate) y Adriana Álvarez Andrade de la UABC, en febrero de 2017 presentaron un documento tras la realización de una minuciosa investigación con datos detallados sobre la forma, el sistema y las concesiones, sobre todo del arroyo Las Palmas y propusieron la creación de una norma técnica para la extracción de pétreos en Baja California, hasta la fecha no se ha establecido.
En ese documento expuesto en el Congreso estatal de Protección al Ambiente de ese año, las estudiosas hicieron hincapié en los daños ecológicos que se estaban dando en Valle de las Palmas y sugirieron que era urgente una regulación de la extracción y mayor presencia de las autoridades competentes.
Parte del documento en resumen indicaba lo siguiente: “La Subcuenca del arroyo Las Palmas, está siendo sometida a una excesiva extracción de arena, lo cual aumenta su riesgo de contaminación y de alteración de su balance hídrico y geomorfológico, entre otros aspectos. Los datos del Registro Público de Derechos de Agua (REPDA), muestran que existen nueve concesiones de extracción autorizadas por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) a lo largo del cauce del río, de las que se extraen aproximadamente 16,235,628,87 m3 / año . No se encontraron estudios del balance hídrico, por lo que se desconoce si las extracciones se realizan de forma sustentable. El problema en la zona limítrofe Tijuana-Tecate, se facilita por la ausencia de una autoridad que se encarga de vigilar el cumplimiento del permiso otorgado por la CONAGUA. Tampoco se cuenta con un instrumento regulatorio que establezca las condiciones para la explotación de los bancos pétreos en el estado de Baja California. La Ley de Aguas Nacionales contempla en su artículo 113 Bis 1 que la federación podrá coordinarse con los gobiernos de los estados para que se ejecuten determinados actos administrativos relacionados con los bienes nacionales (como los materiales pétreos), en los términos de lo que establece la Ley y otros instrumentos jurídicos aplicables, para contribuir a la descentralización de su gestión. Para solucionar esta problemática, se propone la promulgación de una Norma Técnica Ecológica por parte del Congreso del Estado de Baja California que, partiendo del análisis de especialistas en el área hidrológica, establezca las condiciones para la localización de bancos para la extracción de materiales pétreos en el estado, así como los parámetros de diseño, explotación y las medidas de regeneración ambiental. La norma deberá establecer que todo interesado en la extracción de pétreos tendrá que elaborar los estudios de impacto, geológico, geofísico, geohidrológico, topográfico y diagnóstico de las afectaciones ambientales con base en los lineamientos técnicos proporcionados por la Secretaría de Protección al Ambiente de Baja California”. (http://www.eltopo.cl/editorial/n10_5.pdf)
El periódico Universal en un artículo de octubre del 2009 en su sección de estados, señalaba que: “En lo que va de este siglo, luego de que el gobierno de California prohibió que se explotaran los bancos de arena de su territorio, decenas de empresas comenzaron a exportar arena hacia Estados Unidos, donde la góndola de ferrocarril cargada con unas 80 toneladas se paga hasta en 16 mil dólares.
La millonaria actividad se ha generalizado en los estados de Coahuila, Chihuahua y Baja California, aunque, según datos oficiales, más de 50% del total de la extracción de arena del país se genera en territorio bajacaliforniano, principalmente en los ríos y arroyos locales de Valle de las Palmas.
El saqueo de arena en Baja California, se inició cuando tras la prohibición en California, se incrementó la demanda en la industria constructora estadounidense y se otorgaron permisos sin control para extraerla del lecho de los ríos y en desiertos. (https://archivo.eluniversal.com.mx/primera/33824.html)
Actualmente hay en Baja California 73 concesiones para extraer pétreos, particularmente del Valle de las Palmas, municipio de Tecate, donde en el pasado se denunció la salida por hora de hasta 25 góndolas de 10 metros cúbicos, de seis de la mañana a ocho de la noche.
“Se trata de arena que se encuentra en el lecho de los ríos. Material que, calladamente, en el mercado de Estados Unidos, ha incrementado su valor y actualmente se cotiza, en promedio, en 16 mil dólares el furgón de tren”.
En el portal de la Semarnat en 1999 cuando el Valle de las Palmas tenía 1612 habitantes y 386 viviendas, aparece una concesión otorgada a Alejandro Torres Villanueva por un plazo de 10 años de julio de 2001 a junio de 2011 y podía extraer sólo 120 mil metros cúbicos en ese periodo, cantidad que según otros estudios fue superada y se desconoce si se renovó la concesión. (http://sinat.semarnat.gob.mx/dgiraDocs/documentos/bc/estudios/2002/02BC2002M0015.pdf)
Allí la Comisión Nacional del Agua, cobraba a 8.70 pesos el m3 que al extraer 12 mil m3 por año cobraría alrededor de 76 mil pesos, en tanto que el concesionario obtendría por la misma cantidad, según el permiso solo 180 mil pesos, mucho muy distante de los 16 mil dólares que costaba el furgón de tren por 80 toneladas exportadas en ese entonces.
También el entonces Senador perredista Ricardo Gerardo Higuera llevo hasta el seno de la Cámara Alta un punto de acuerdo el 26 de abril de 2006, en el que se solicita a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), que revise las concesiones otorgadas y ponga fin al saqueo de arena que están realizando las empresas privadas concesionarias que operan sin control en la localidad del Valle de las Palmas, del municipio de Tecate, Baja California. (https://www.senado.gob.mx/64/gaceta_del_senado/documento/8715).
Solicitaba se pusiera fin a la extracción ilegal y excesiva de arena que estaban realizando las empresas privadas concesionarias que operan en la localidad del Valle de las Palmas, y se adoptaran las medidas necesarias para evitar los daños ambientales que en prejuicio de la población y del ambiente de dicha localidad, está generando esa actividad extractiva. Solo quedó en eso.
Finalmente, los pobladores siguen padeciendo los cambios al antes imponente panorama en torno a ese importante arroyo, hoy convertido en una zona desértica, sin vegetación ni fauna, además por una imagen desoladora y lo más grave es que no se sabe por dónde correría el río, en caso de alguna lluvia fuerte que se podría esperar a partir del 2024, ya que no existe zona de amortización, al menos en el área urbana-poblada de toda esa región comprendida desde Las Calabazas, Testerazo y Valle de las Palmas.
Las consecuencias de la voracidad, contubernio, malos manejos, corrupción, insensibilidad, hacia el medio ambiente, lastimarán en un futuro a esa zona perteneciente al municipio de Tecate.
Fotografías actuales del sitio en:
https://radartecatenews.com/gallery/saqueo-de-arena-en-valle-de-las-palmas/
*Agradecimiento a Fernando Lozano Flores por las facilidades para la realización de este reportaje en la zona.
