A ellos, de acuerdo con la demanda penal, tanto Pérez Rico como Miguel Ángel Ruvalcaba Molina empleado del IMSS, les ofrecieron ganar una licitación para subrogar el servicio de hemodiálisis del Seguro Social en Baja California.

A cambio pidieron 100 mil dólares de una supuesta fianza que depositarían y el 10 por ciento de acciones en la empresa que se crearía para la prestación de dicho servicio.

En todo momento Ruvalcaba Molina dijo a los ahora ofendidos, que el acuerdo lo hacía directamente con Pérez Rico, a quien, según él, le hizo tres entregas de dinero en la clínica 36 del Seguro Social.

El 27 de julio del 2018, fueron 27 mil dólares, el 17 de agosto, otros 22 mil dólares y el 09 de septiembre del mismo año fue la cantidad de 11 mil 920 dólares.

Los denunciantes dijeron que entregaron, a través de su empleado, un total 61 mil 120 dólares a Pérez Rico, quien era el jefe de Prestaciones Médicas de la delegación regional del IMSS en Baja California.

Pero no sólo eso, sino que invirtieron 7.2 millones de pesos en su clínica, ya que así lo requería el Seguro Social según les dijeron.

Dinero que no han podido recuperar, ya que la licitación la ganó la empresa Clínica Clarial y no ellos, como se los habían prometido.

Treviño Avalos dijo que a pesar de que entregaron dinero para una fianza y que hicieron la inversión en su clínica e incluyeron al hermano de Miguel Ángel Ruvalcaba Molina, de nombre Francisco Sebastián, como socio de la empresa para asegurar que Pérez Rico obtuviera el 10 por ciento de ganancias, no les cumplieron.

En la denuncia penal, el refirió que hubo tres videollamadas con Pérez Rico por lo que se confiaron en el acuerdo.

Pero su suerte estaba echada para mal, ya que, durante los meses de julio a septiembre, ya no le contestaron las llamadas.

Y lo peor sucedió en noviembre del año pasado, cuando lograron obtener información de la dirección nacional del IMSS, en donde les expresaron que esa licitación se había resuelto desde diciembre del 2018 y que desde ese entonces su sociedad denominada Atención y Diagnóstico de Salud, se había desechado.

Entonces pidieron que les regresaran la fianza, a lo que las autoridades federales les dijeron que nunca hubo tal.

En enero de este año localizaron a Ruvalcaba, quien después de aceptar el engaño pidió dos meses de plazo para realizar los pagos, además de que mostró una serie de mensajes vía WhatsApp que sostuvo con Pérez Rico para solicitarle el dinero, los cuales están en poder de este medio.

Además, Pérez Rico pidió un plazo mayor para empezar a regresar el dinero, debido a que ya no trabajaba en el IMSS.

Ante la falta de disposición para egresar el dinero, Treviño Avalos y sus socios demandaron penalmente a los anteriormente referidos por fraude y/o lo que resulte.

Expediente que es revisado en el Ministerio Público radicado en Ensenada

¿Por qué decimos que de nueva cuenta está envuelto en escándalo Pérez Rico?

Porque el 14 de diciembre pasado se interpusieron dos denuncias en su contra en la secretaría de la Honestidad por supuestos moches contra las empresas Greminun y LogMed, las cuales no procedieron, pero la querella está interpuesta, y hasta hoy la titular de la Dependencia ha guardado silencio, para no implicar a su compañero de trabajo.

Con información de Periodismo Negro