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PARA LAS TRABAJADORAS SEXUALES, UN DÍA DE SAN VALENTÍN PUEDE SIGNIFICAR EL DOBLE DE GANANCIAS

Puebla/Ciudad de México.- Algo pasa en Puebla en San Valentín en la 14 Poniente, la zona donde se intercambia sexo por dinero también tiene su propia fiesta el día del Amor y la Amistad. El trabajo se duplica para las trabajadoras sexuales, los clientes asisten perfumados y con sus mejores ropas, hay quienes les llevan hasta mariachi o incluso les pagan el doble por una cita de media hora.

O por lo menos así ha vivido el 14 de febrero Karina, una de las sexoservidoras que pasa sus días en el Centro Histórico, en una de las casonas habilitadas como hoteles de paso.

“Hay que aprovechar (…) Hay clientes que llegan hasta con mariachi para las compañeras. Tenemos mucho trabajo, hay algo en el ambiente. Como que ese día se vuelven más caballeros. Piden hasta una cita, te llevan flores (…) Llegan perfumados y arreglados”.

Karina tiene 25 años de edad y presume una sonrisa impecable que contrasta con su tez morena. Es delgada, no mide más de 1.60 centímetros de estatura. Su sonrisa y sus ojos provocan que hagas contacto directo, es muy expresiva. Es soltera, pero por elección, según dice. No tiene novio y por ahora no le interesa. Siempre ha escondido a sus parejas a lo que realmente se dedica, el oficio que ejerce hace más de cinco años.

“Sí, obviamente hay cambios. Igual hay personas que como todo van ese día y te llevan algo. Van bien vestiditos, bien perfumaditos. Finalmente es como una cita. Te avisan antes”, relata la joven.

Para las mujeres que laboran en estas casonas, aquellas que se autoexplotan y que niegan ser víctima de trata de personas, un día de San Valentín puede significar el doble de ganancias.

Cada servicio, de 15 minutos, puede ir hasta a los 500 pesos si se convierte en una cita romántica por el zócalo de Puebla. “Si es salida, es doble. Es como una cita”. En San Valentín se vuelven las novias de sus clientes, es muy distinto a lo que viven todos los días.

Karina se tomó unos minutos de su trabajo diario en el Centro Histórico y regaló una entrevista a Periódico Central para conocer un poco más de cómo vive el día de San Valentín. La única condición es que no se tomen fotos y advierte que Karina no es su nombre verdadero. “Pon el nombre que quieras…”, dice antes de hablar con ella.

OCULTAR EL OFICIO A SU PAREJA

A su edad, Karina no ha logrado mantener una relación formal de más de seis meses. Hace más de medio año que no tiene una relación. Ella prefiere ocultarles su verdadero trabajo pues pocos hombres la tomarían en serio.

—¿Es complicado tener pareja con tu oficio?

—Sí es complicado. Claro que sí se puede tener [pareja]. Pero si quieres algo serio la persona no va a estar de acuerdo. Sí hay gente que te acepta con este trabajo pero no para algo serio. Te dicen que sí. Pero en serio, no. Tiene que ser una persona que no sepa la situación

—Lo has ocultado…

—Sí, lo he ocultado, pero a los que van en serio. Ya no se puede seguir o continuar cuando ya no hay cómo justificar que no te vea por los horarios y por el ritmo de trabajo. Y entonces pues antes de que ellos se enteren, mejor yo lo termino.

—¿Ahorita tienes novio? ¿Ya tienes plan para el 14 de febrero?

—No, ¡pero sí tengo plan!

—¿Qué es lo más raro o curioso que has visto en donde trabajas durante el 14 de febrero?

—En alguna ocasión le llevaron mariachis a una chica. Les llevan sus detalles. Con flores y hay de todo. Sí se ponen románticos. En especial los jóvenes. Los que son más jóvenes. Porque los más grandes ya no les importa si es 14. Les vale. Hay gente que sí hace cita.

—¿Trabajan normal?

—Pues prefieren, algunas a las que no les importa el día. Necesitan el dinero o tienen otra situación complicada y se quedan a trabajar.
—¿Hay costo especial? ¿Promoción? ¿O cobran doble?

—A menos de que quieran hacer una cita. Una salida. Una cita especial se cobra al doble. Sí.

—¿Hay más clientes en el lugar?

—Sí. Definitivamente se distingue de un día antes u otro día después. Hay mucho trabajo. Hay que aprovechar.

¿Y SI TIENEN NOVIO?

Aunque para Karina es un buen día de trabajo, el 14 de febrero también es aprovechado por aquellas que sí tienen pareja. Se toman el día y no hacen compromisos en la casona donde atienden.

Debido a que se explotan por su cuenta y solamente rentan los cuartos, las mujeres dedicadas al sexoservicio en algunos sitios del Centro Histórico pueden faltar ese día. Tomarlo como si se tratara de asueto y dedicarlo a quien ellas quieran.

“Hay unas que no vienen ese día. Sí se lo dedican a su pareja, las que tienen, a veces se toman el día. Ya depende de cada quien. Yo no tengo ahorita novio. Estoy sola. Hace como medio año que no tengo novio”.

—¿Y tú quieres una relación formal?

—No quiero algo formal, ahorita no, así estoy bien.

Periódico Central ha informado que existen al menos 10 inmuebles en el Centro Histórico de Puebla que funcionan como hoteles en donde las poblanas, como Karina, se autoexplotan y reciben a sus clientes.

Cada uno de los sitios alberga alrededor de 40 mujeres que cobran cuotas entre los 200 y 400 pesos por encuentro sexual dependiendo de las exigencias de cada cliente.

Las mujeres que utilizan estas casonas aseguran que dentro de ellas no se da la trata de personas ni laboran menores de edad pues les solicitan credenciales del INE para utilizar los espacios.

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