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MUERE EL PROFE MONAY, IMPULSOR DE LA LECTURA

• Habrá un evento especial en la Sala “Leyendo bajo el Encino”, el Km 108 de la carretera libre Tijuana-Mexicali, en Loma Tova, el sábado 31 de agosto\r\n\r\nTijuana, B.C.- El director del Centro Cultural Nana Chela, Profe Monay, como le decía la gente, falleció el pasado domingo en Mexicali, a los 73 años de edad, en medio de un reconocimiento que consiste en que los 54 espacios del Programa Salas de Lectura en Baja California del Instituto de Cultura del Estado, realizan durante todo el presente mes actividades en torno a la obra del también promotor cultural, con lecturas de sus textos.\r\nA lo largo de 15 años, el maestro David Monay Quirarte fue uno de los más de 4 mil mediadores de lectura del País que realizaban actividades gratuitas de fomento a la lectura en su comunidad, dentro del Programa Nacional Salas de Lectura (PNSL) que funciona en México desde hace 18 años.\r\nPor medio de un comunicado, el director de Desarrollo Cultural del ICBC, Daniel Ríos Solís, informó que el sábado 31 de agosto se realizará una lectura especial en la Sala de Lectura “Leyendo bajo el Encino”, en honor a David Monay.\r\nLa sala mencionada se ubica en el Km 108 de la carretera libre Tijuana-Mexicali, en Loma Tova, en Tecate. Allí, Monay desarrollaba mensualmente actividades de fomento a la lectura, como una extensión del Centro Cultural “Nana Chela”, de Mexicali.\r\n“Nana Chela” era dirigido con entrega y amor por el Profe Monay. Este centro comunitario fue construido en la que fuera la casa de la profesora Soledad Ponce de León, “Nana Chela”. Allí se imparten cursos y talleres gratuitos para beneficio de toda la comunidad.\r\nRíos Solís señaló que a principios de este mes, el maestro se mostró emocionado por el reconocimiento que se le brindó, al saber que sus textos estaban llegando a más niños y jóvenes. “Uno de los mejores reconocimientos para un autor es ser leído y reconocido por su propia gente”, añadió.\r\nEsta actividad se realiza para difundir la labor de escritores bajacalifornianos, como la del Maestro David Monay. En los meses siguientes se leerá sobre otros autores como Roberto Castillo (septiembre); Rosina Conde (octubre); Luis Humberto Crosthwaite (noviembre); y Francisco Morales (diciembre).\r\nDavid Monay fue ganador del VIII Concurso Nacional de Promoción de la Lectura, enfocó su vida a promover la lectura y la cultura en Ameca, Jalisco, donde nació en 1940; aunque radicó en Mexicali, Baja California, desde los cinco años de edad.\r\nTambién fue ganador en dos ocasiones en los Premios Estatales de Literatura: en la primera edición del premio (1990), con su libro “El tesoro de Churomo” (cuento para niños), y en 1996, con “La Rumorosa. Donde las piedras nos miran”, libro que posteriormente fue reeditado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).\r\nEl profesor normalista con especialidad en Lengua y Literatura Española y un posgrado en Narrativa Hispanoamericana, benefició durante más de 15 años a su comunidad, con su iniciativa y desarrollo al frente del Centro Cultural Nana Chela.\r\nPara saber más sobre el Programa Salas de Lectura puede unirse al grupo de Facebook Amigos de Salas de Lectura, espacio diseñado para proporcionar información oportuna sobre el Programa Nacional en el País y en Baja California.\r\nMás de 3 mil 500 salas de lectura en el país\r\nUna Sala de Lectura es un espacio donde cualquiera, a cualquier hora, puede sentarse con un libro y aventurarse por los universos que encierran las palabras contenidas en las páginas de un libro. Conaculta busca llevar libros a todos los rincones del país. Actualmente a todo lo largo y ancho de la República Mexicana sesionan, de manera activa, más de 3 mil 500 Salas.\r\nLa forma en que sesiona y opera una Sala de Lectura es muy sencilla. Lo más importante es que haya un voluntario o voluntaria que quiera compartir libros y conversaciones con los integrantes de su comunidad. Luego se requiere un espacio físico. No importa mucho el tamaño. Puede ser lo mismo un salón de belleza, la sala de una casa, una panadería, un parque; cualquier sitio donde pueda reunirse un grupo de personas de cualquier edad a leer, conversar, debatir y compartir todo aquello que descubran a través de sus lecturas o las lecturas de otros.\r\nAsí, a las Salas de Lectura asisten lectores de todas edades, de todos oficios, habitantes de todo tipo de climas, hablantes de español o de alguna lengua materna, que habitan en cualquiera de los puntos cardinales del país, pero unidos por el amor a la lectura, el deseo de compartir, la añoranza de soñar y realizar sus sueños.\r\nLas Salas de Lectura son espacios totalmente gratuitos donde todos somos bienvenidos, sin distinciones de ningún tipo. ¡Todos cabemos!\r\n\r\n¿Qué ofrecen las Salas de lectura?\r\nEl Programa Nacional Salas de Lectura (PNSL) se distingue porque ofrece a los mediadores sustento académico, formativo y certificado a través del Diplomado para la Profesionalización de Mediadores de Lectura que se imparte en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana.\r\nEl PNSL otorga un acervo inicial de 100 títulos a ciudadanos que presentan un proyecto para el fomento a la lectura en sus comunidades, el cual incluye textos en braille, lenguas indígenas, libros ilustrados con formatos novedosos, de diferentes géneros y de autores clásicos y contemporáneos.\r\nAsimismo, el PNSL se propone fundar comunidades lectoras por medio de la integración de los interesados en abrir una Sala de Lectura; difundir experiencias formativas de lectura; mantener los espacios para la lectura en el tiempo; brindar seguimiento y acompañamiento para propiciar la autogestión en las Salas; llevar el Programa a las zonas más alejadas de la cultura escrita; fomentar la lectura en zonas indígenas; involucrar al sector privado en la responsabilidad de formar lectores; reforzar continuamente el acervo inicial y procurar que los materiales de lectura sean acordes con el perfil de los usuarios.\r\nJunto con cada enlace estatal, el PNSL busca identificar las características y necesidades bibliográficas de cada Sala de Lectura; brindar formación continua a los mediadores del Programa, en aspectos como lectura, escritura, narración oral, manejo de voz, redacción, manejo de grupos, intervención en comunidad, gestión de recursos, organización, selección de acervos, aplicación de nuevas tecnologías, evaluación y seguimiento de lectores y realizar encuentros internacionales, nacionales y estatales con calidad creciente para propiciar el intercambio de experiencias entre los mediadores de lectura.

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