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DE MENTES A DEMENTES

La Comunicación Con Sus Hijos\r\n\r\nPsic. Evelyn Duarte Lara\r\nPsic. Carlos López\r\n\r\nTendemos a idealizar la niñez como una época sin problemas, pero la corta edad por sí sola no ofrece ninguna protección contra los daños emocionales y los traumas que pueden enfrentar los niños. Se les puede pedir a los niños. que enfrenten problemas, como adaptarse a una nueva clase, ser intimidados por sus compañeros o incluso al abuso en el hogar. Agreguémosle los cambios del crecimiento, la infancia puede ser cualquier cosa menos una época sin problemas. La aptitud para desarrollarse pese a estos desafíos surge de la capacidad de resiliencia.\r\n\r\nLa resiliencia es una capacidad que puede aprenderse. Desarrollar la capacidad para afrontar con éxito la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o incluso fuentes importantes de estrés, puede ayudar a manejar el estrés y los sentimientos de ansiedad e incertidumbre. Sin embargo, que los niños sean resilientes no significa que no experimentarán dificultades o angustia. El dolor, la tristeza y otros tipos de problemas emocionales son parte de la vida, incluso de un niño(a).\r\n\r\nEstos son uno consejos para mejorar la comunicación con su hijo(a). Esté disponible para su hijo(a). Observe los momentos en los que su hijo(a) está más dispuesto a hablar (por ejemplo, a la hora de dormir, antes o durante la cena, en el auto) y esté disponible. Inicie la conversación; haga saber a su hijo(a) que a usted le interesa lo que sucede en su vida. Reserve tiempo para hacer actividades a solas con el(ella), y evite programar otras actividades durante ese horario. Aprenda acerca de sus intereses (por ejemplo, música y actividades favoritas) y muestre interés en ellas. Inicie conversaciones compartiendo lo que está pensando en lugar de iniciar la conversación con una pregunta. Es una platica, no un interrogatorio. \r\n\r\nHágale saber a su hijo(a) que lo escucha. Cuando su hijo(a) habla acerca de sus preocupaciones, deje de hacer lo que está haciendo y escúchelo. Exprese interés en lo que dice sin invadir su privacidad. Escuche su punto de vista aunque resulte difícil. Permítale terminar de expresar su punto antes de responder. Repita lo que le oyó decir para asegurarse de haber entendido correctamente.\r\n\r\nResponda de una manera que su hijo(a) oiga. Modere las reacciones fuertes; los niños dejarán de prestar atención si se muestra molesto o a la defensiva. Exprese su opinión sin menospreciar la de el(ella); reconozca que está bien no estar de acuerdo. Evite discutir acerca de quién tiene razón. En lugar de ello, diga, “Se que no estás de acuerdo conmigo, pero esta es mi opinión”. Concéntrese en los sentimientos de su hijo(a) en lugar de los suyos durante la conversación.\r\n\r\nSer padre es un trabajo difícil. Escuchar y hablar es la clave para una conexión saludable entre usted y su hijo(a). Pero ser padre no es un trabajo fácil y mantener un buen contacto con los niños o adolescentes puede ser un desafío, especialmente porque los padres se enfrentan a muchas otras presiones. Si tiene problemas por un largo periodo de tiempo considere el tener una cita con un profesional de la salud mental para enterarse de cómo puede ayudarlo. Para mayor información o hacer una cita comunicarse con alguno de los autores.\r\n\r\nLa autora es psicóloga clínica y tallerista. Tel. 665 8515918 [email protected]\r\nEl co-autor es psicólogo general. Tel. 664 3510064 [email protected]\r\n

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